domingo, 15 de marzo de 2009

6 EUROS NUNCA OFRECIERON TANTO

ADIÓS


Me Voy. No estoy hablando del título de la conocida canción de Julieta Venegas, sino del muy prestigiado Premio Goncourt. En sus comienzos, Jean Echenoz fue catalogado como el primer escritor post nouvelle romance y como uno de los más prometedores de su generación. Tras el éxito obtenido por Cherokee y La aventura malaya, escribió Me voy. Así comienza y acaba esta novela. Estas palabras conmueven, no pasan desapercibidas. Cuando cualquier persona pronuncia tales palabras, éstas son hijas de la más absoluta reflexión. El autor no ha podido iniciar su novela con mejor reclamo que esta afirmación, puesto que desde la primera página “engancha” al lector curioso cuyas grandes ansias de saciar este interrogante le impulsan a una voraz lectura de la obra.

Se puede huir por muy diversas razones. Para Ferrer, el protagonista, su único salvavidas es la huida a un lejano país. Me voy, es una novela que apela a la libertad del ser humano. Su protagonista podría ser cualquier ciudadano, al igual que el artista Delacroix que en su lienzo representó la libertad como una bella mujer en La libertad guiando al pueblo, en esta novela Echenoz traza con su pluma esta misma libertad también humanizada esta vez por un hombre.

Uno se puede esclavizar a si mismo y se puede atar de pies y manos. Cuando alguien se encuentra esclavo, necesita libertad. Las frustraciones en muchas ocasiones coartan nuestra libertad y Ferrer en esta novela toma una decisión que cambiará el rumbo de su vida. Pone tierra de por medio para satisfacer un ambicioso objetivo.

Félix es un depredador, un ser inteligente y algo atormentado, un Willy Fog de la vida, pero que al contrario que éste conocido expedidor de la que fuese para muchos la favorita serie ochentera en la que Willy viajaba por placer, Félix viaja buscando algo y no se trata de una mujer.

La fortuna y la fama son el sueño que persigue en su vida. Muchos lectores podrán sentirse identificados con este protagonista cuya personalidad peculiar experimenta siempre altibajos anímicos y sentimentales. La vida de Ferrer es como si viviera subido en una continúa montaña rusa, cuyas subidas y bajadas nunca le son indiferentes, pues en cada curva del carricoche de feria, su vida cambia. Ninguna curva se asemejará a la anterior, y esto es su alimento. Huye de la monotonía. Es un cazador, ambicioso y valiente.
Echenoz consigue que el lector viaje junto a Ferrer e imaginariamente sienta en su propia piel su risa y su desesperación, hasta que en la última línea del libro, Ferrer declare nuevamente “Me voy” y de nuevo, todos los lectores se vayan con él.

Esta novela realista cuyo tema central es la pérdida del sentido de la realidad contada a través de una vida, hace reflexionar acerca de muchas cosas. Una advertencia para los lectores: puede que tras la lectura de esta obra les entren ansiosos deseos que escapar, decir Me voy como hizo Ferrer. Esta novela debería adjuntar prospecto como las medicinas pues puede acarrear posibles efectos secundarios. Piénsenlo antes de leer.
Mimí
Me voy
Jean Echenoz
Editorial ANAGRAMA
Barcelona, 2000
192 páginas
Traducción Javier Albiñana
PVP 6 €

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